La melatonina es una hormona producida por la glándula pineal del cerebro a partir del aminoácido triptófano y que regula el ciclo sueño-vigilia en el organismo. El nivel de melatonina varía en función de la luz percibida por el cerebro y la interacción de moléculas específicas que actúan como relojes biológicos. Dormir es una necesidad biológica que ayuda a restablecer las funciones fisio-psicológicas, por lo que una disminución en la calidad y cantidad del sueño puede tener efectos negativos en el rendimiento intelectual, los reflejos, la ansiedad y la irritabilidad.
La melatonina puede tener efectos secundarios comunes como dolor de cabeza, mareos, náuseas y somnolencia diurna. También puede causar efectos menos comunes como sueños vívidos, depresión a corto plazo, irritabilidad, calambres estomacales, diarrea, estreñimiento, incontinencia urinaria nocturna, mayor riesgo de caídas, convulsiones, confusión o desorientación, cambios de humor y disminución de la lucidez. Es importante evitar conducir o manejar maquinaria después de haber tomado suplementos de melatonina debido a su capacidad para causar somnolencia.